Marzo 25 de 1994
“iQueridos hijos! Hoy me regocijo
con
ustedes y los invito a abrirse
a Mí y a convertirse, en mis
manos,
en un instrumento para la paz del
mundo. Yo deseo, hijitos, que
todos
ustedes, los que han sentido el aroma
de la santidad a
través de estos
mensajes que les estoy dando,
que lo lleven
a este mundo hambriento
de Dios y del amor de Dios.
Les agradezco a
todos que hayan
respondido en tal cantidad y los
bendigo a todos con mi
bendición maternal.
Gracias por haber respondido a mi
llamado!”
Consagración a la
Inmaculada
compuesta por S.
Maximiliano Kolbe
"OH Inmaculada,
reina del cielo y de la tierra,
refugio de los pecadores y Madre
nuestra
amorosísima, a quien Dios confió la
economía de la
misericordia. Yo....... pecador indigno, me postro ante ti, suplicando
que aceptes todo mi ser como cosa y
posesión tuya.
A ti, Oh Madre, ofrezco todas las dificultades
de mi alma y mi cuerpo, toda la vida, muerte y eternidad.
Dispón
también, si lo deseas, de todo mi ser, sin ninguna reserva,
para
cumplir lo que de ti ha sido dicho: "Ella te
aplastará la cabeza" (Gen 3:15), y también: "Tú
has derrotado todas las herejías en el mundo". Haz que en
tus
manos purísimas y misericordiosas me convierta en
instrumento
útil para introducir y aumentar tu gloria en tantas
almas
tibias e indiferentes, y de este modo, aumento en cuanto sea
posible el bienaventurado Reino del Sagrado Corazón
de
Jesús. Donde tú entras oh Inmaculada, obtienes la
gracia de la conversión y la
santificación, ya que
toda gracia que fluye del Corazón de
Jesús para
nosotros,
nos llega a través de tus manos".
Amen
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